Si estás leyendo esto, estás buscando un comienzo. Todos los días es una oportunidad para cambiar aquellas cosas que no nos gustan, que sentimos, que nos detienen, que nos cuestan. No se imaginan las veces que oigo en mi consultorio en mujeres y hombres de todas las edades “Nunca me he cuidado, pero quiero empezar”, “Nunca he tenido problemas de piel, pero siento que está cambiando” y la más frecuente “Sé que estoy mayor (y este “mayor” nunca es un número específico) pero quiero empezar a cuidarme”. Mi respuesta siempre es Sí, nunca es tarde.
Nunca es muy tarde para empezar a alimentarte bien. Nunca es tarde para iniciar actividad física. Nunca es tarde para salir de hábitos/relaciones/trabajos tóxicos. Por supuesto, nunca es tarde para darle a tu piel los cuidados, la atención y el amor que merece.
Bienvenido, a esta página, donde todos los colores son bienvenidos, todos los tipos de piel tienen espacio, donde los poros, las pecas y las imperfecciones son hermosas, y donde encuentro motivación, orientación y productos para cuidarme y cuidar mi piel con el amor que merezco.
Melisa Mejía
Dermatóloga fundadora de Forever Young.
NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR A ELEGIR ADECUADAMENTE, EL PRIMER PASO ES IDENTIFICAR MI TIPO DE PIEL.
Es importante comenzar explicando que la piel de la cara es distinta a la del resto de cuerpo. Porque está sometida a factores hormonales, exposición solar, agentes externos y productos, que la hacen verse y sentirse distinta a la del resto del cuerpo.
Los productos que elijas deben ir acorde con tu tipo de piel. En la mayoría de los casos, los productos que son aptos para usar en otras partes del cuerpo, no lo son para la cara.
Hay tres factores que debo mirar cuando quiero identificar mi tipo de piel:
- Textura de la piel: ¿se siente gruesa o delgada?
- Presencia de poros: ¿los poros son visibles en toda la cara? ¿Solo en la “zona T” (la zona de la frente, la nariz y el mentón) o no son visibles?
- Producción de oleosidad: ¿se siente brillante todo el tiempo? ¿Solo hay brillo en la zona T?, o lo contrario, ¿se siente seca y con descamación en algunas áreas?
Según los criterios anteriores, las pieles se clasifican así: grasas, mixtas, normales o secas. Existe una categoría especial, que son las pieles que tienen una enfermedad asociada (como acné, dermatitis, alergias, rosáceas, etc.) estas pieles además de clasificarse en las anteriores categorías se clasifican como pieles sensibles.
Entender tu tipo de piel es fundamental para elegir con mayor éxito los productos ideales para ti.